jueves, 15 de abril de 2010

Mi historia de amor


Esta es la historia de amor que viví, el cómo y cuándo conocí a mi marido. Una historia de esas que crees que sólo suceden en las novelas...


Corría el año 2004 y yo estaba incursionando en el mundo del chat. Todo comenzó unas vacaciones en las que mis papás se fueron y yo me quedé en casa. Como sufría de ataques de pánico, pedí que me trajeran la computadora que estaba en la oficina, para poder entretenerme toda la noche y dormir cuando empezaba a amanecer, para no tener que sufrir los miedos de escuchar ruidos durante la noche.

Era sólo por distracción, pero poco a poco, el mundo del chat me fue atrapando, fui conociendo gente, haciendo los denominados ciberamigos, hasta que se formó un grupo que siempre entrabamos a la misma sala, a la misma hora y nos quedábamos charlando y bromeando toda la noche, como quien se junta a tomar café con amigos.

Entre esas personas ¡quién diría! se encontraba el amor de mi vida. Claro, yo aun no lo sabía.
Poco a poco fue creciendo el interés mutuo, después de pasar horas charlando con todos en la sala, él y yo nos quedábamos aun más horas charlando en privado. Contándonos de nuestras vidas, nuestros sueños...

Así fue naciendo el amor. Yo me negaba a reconocerlo, ya que creía que los amores cibernéticos eran tontos, imposibles y hasta ridículos. Pero caí. Me enamoré de él, sin verlo personalmente.
Lógicamente nos mandábamos fotos, nos veíamos por cámara y hasta hablábamos por teléfono, pero jamás nos habíamos visto cara a cara. Yo no conocía (ni el de mi, claro está) cómo olía su piel, cómo se sentía su cabello, cómo eran sus besos. Podía imaginarlo, pero no lo sabía.
El tiempo iba pasando, pasaron meses y meses, y cuando llegamos a casi dos años, surgió un planteo... Seguir adelante con nuestro amor a distancia, hacer que deje de ser amor a distancia para hacerlo real... o terminar... A mi no me interesaba ningún otro hombre. Yo sabía muy bien que era él y sólo a él a quien yo quería para compartir el resto de mi vida... pero claro, no les conté un pequeñito detalle...

Él es mexicano, residiendo ilegalmente en Estados Unidos... y yo de Argentina.
Yo no podía ir para allá... Él, si salía de Estados Unidos, no podría regresar...
Había que jugársela, apostar todo a riesgo de perder todo...
Así fue como luego de tres años y medio de ciber amor, él dejó todo (casa, trabajo, amigos, familia) y vino a vivir a Buenos Aires.

La primera vez que nos vimos cara a cara, fue cuando él bajó del avión. Y del aeropuerto, nos fuimos a nuestra casa. Si. Nos fuimos a vivir juntos, aun sin saber cómo sería la convivencia...
Y acá estamos, después de más de dos años de vivir juntos. Ya estamos casados,  ya tiene su residencia y estamos felices de poder estar juntos y comenzar nuestra propia familia.


Obviamente, no todo es color de rosas... por eso es mi blog, porque quiero pedirles a los que lean esto y tengan ganas de colaborar con nuestra felicidad, que nos ayuden.


Yo tengo 32 años y en breve tendré 33. Él tiene 36 y se quedó sin trabajo. Con mi sueldo apenas alcanza para pagar el alquiler y los impuestos y nos sobran $400 (U$S 100) para vivir el resto del mes . En casa no tenemos tv por cable, los muebles son prestados, y muchas veces tengo que pedir dinero adelantado en el trabajo o pedirles prestado a mis papás.

No llegando a fin de mes y no teniendo techo propio, no podemos ni pensar en la posibilidad de tener hijos y a mi el tiempo se me pasa. Créditos no podemos sacar, porque los mismos se hicieron para las personas que tienen dinero. Es por eso que apelo a todos los que leen mi historia. Sé que hay gente que está peor que nosotros (nosotros somos muy agradecidos de todo lo que tenemos y lo afortunados que somos) y también sé que muchos pensarán ¿y por qué a vos sí y a otro no? Bueno, seguramente otros, después de mi, lo harán y estará bueno poder ayudar, pero es mi carta de desesperación, después de intentarlo todo (y seguir intentándolo, obviamente, hay varios proyectos que están en camino, pero por ahora, ninguno da frutos) fue mi última opción y por eso me encuentro acá, pidiendo la colaboración de todos, para que nos ayuden a comprar una casita, un departamentito y sobre todo para poder tener un hijo. Sólo pedimos, que los que quieran y puedan, donen un dolar... tan sólo un dolar que no les quitará el sueño, que no los hará pasar hambre y que a nosotros puede acercarnos a cumplir el sueño del techo propio.
Imaginen todo lo que se pudiera lograr, si cada uno de nosotros donara un dolar... podríamos ayudar a muchísimas personas!!!

Hoy por mi, mañana por ti

Si alguien hiciera lo que yo estoy haciendo hoy, yo puedo donarle un dolar, porque no me hará más rica ni más pobre, con un sólo dolar, no se puede hacer nada... pero imagínense todo lo que significará, si muchas personas hacen lo mismo...
A veces, aunque parezca imposible, los sueños se vuelven realidad. Todo es cuestión de luchar y perseguir firmemente lo que uno quiere alcanzar.





PD: Un agradecimiento enorme y muy especial para mi familia, su familia y todos los amigos que nos ayudaron a que este sueño sea posible.




A no dejarse vencer, que los obstáculos no impidan que logres tus sueños, porque, no hay que olvidarse... uno los sueños los paga por adelantado (¡y en cuotas!) De modo que cada obstáculo a vencer, ¡es una cuota a pagar!

¿Qué tan dispuestos están a pagar por sus sueños?

Si de algo sirve esta historia, es dar fe que las cosas pueden ser posibles, por más difícil que parezcan, si uno realmente quiere conseguirlo.

Yo quiero ser madre, quiero formar una familia junto a mi marido y sé que lo vamos a lograr...

De antemano, gracias a los que nos ayuden a terminar de cumplir este sueño que comenzamos.


















3 comentarios:

  1. q linda istoria
    mucha suerte

    Martina

    ResponderEliminar
  2. Graciela, desde España22 de abril de 2010, 6:49

    Es una historia de amor y valentía que me conmovió mucho...La manera de pedir colaboración es, por lo menos, ingeniosa. Espero que estén obteniendo buena respuesta de la gente... Uno gasta en tantas tonterías y a veces, es bueno ayudar a que otros concreten su sueño por una pequeña cantidad de dinero. Ojalá a mi me hubieran ayudado!!...
    Te digo solamente que los hijos se tienen con el corazón y no con el bolsillo. Si el amor de Uds. es fuerte, no teman a tener un hijo ahora porque el tiempo pasa y las condiciones "perfectas" para traer un niño al mundo no se lograr nunca... Dicen que Dios proveerá!
    Un abrazo y nunca pierdan de vista lo que los enamoró al uno del otro. MUCHA SUERTE!!

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Graciela!!! Siempre son lindas las palabras de aliento.
    Lo de pedir colaboración fue más un juego, pero pensando que si todos donaramos un dolar a una misma persona por semana, cada semana a alguien distinto... cuántas personas podrían ser realmente ayudadas por muy poco?
    Ojalá esto comenzara conmigo y se hiciera una cadena enorme y entre todos, puedierámos ayudarnos mutuamente.
    Quiero agradecerte porque fuiste la primera que colaboró y te lo agradezco.

    También espero que mi blog ayude a concientizar a las personas sobre el cambio climático y divertirlas con pavadas que se me vayan ocurriendo.

    Con respecto al hijo, concuerdo con vos, pero también es cierto que si muchas veces no tenemos para comer nosotros dos, no sería justo traer un niño a pasar hambre. No digo condiciones perfectas, pero sí quisiera asegurarle lo más básico que es comida y salud.

    Una vez más, muchísimas gracias por las palabras de aliento, porque me renovaron las energías y las ganas de seguir peléandola y luchándola y buscando proyectos y trabajos que nos hagan salir adelante.

    ¡Por los sueños!

    PD: No sé si lo viste, pero en mis videos, está la filmación de cuando nos vimos por primera vez, en el aeropuerto (filmó un amigo)

    ResponderEliminar

Siempre es bueno dar su opinión. Con educación y respeto, sin ofender a nadie.
Comentarios ofensivos/racistas/groseros serán borrados.
Gracias